𝓐𝓻𝓰𝓮𝓷𝓽𝓲𝓷𝓪: La gente es capaz de vender el alma al diablo si con eso mejora la economía.

 

Reemplacemos alma por patria y diablo por intereses extranjeros y ahí tenemos la Argentina actual.

La situación económica es difícil, pero ¿Cuándo no lo fue? La república viene con una pésima económica desde El Proceso con periodos de crecimiento, pero no se recuperó del neoliberalismo.

Y este círculo no logra romperse por la irresponsabilidad electoral. La gente tiene la ilusa esperanza de que la clase política le solucione los problemas y esto no va  ap pasar porque el ciudadano delego  su bienestar a la clase política.

¿Cuantas personas detestan la política y se alejan para darle paso a los ambiciosos y ladrones que dilapidan la fuerza productiva y soberana del país?

Esto, simplemente, genera que, cuando todo va mal, la gente se queje, pero quejarse no evitará la situación de la realidad y es la gente la que permite que esto suceda cada vez que va a las urnas a votar a una minoría para que gobierne a la mayoría.

Y el problema es que no hay democracia homogénea, sino que es heterogénea. No hay un partido político que incluya a todos, hay varios partidos político son intereses específicos, partidos políticos cerrados que excluyen incluso a quienes tienen una idea diferente a sus intereses pero que podría funcionar y mejorar la situación.

Y entra en juego los intereses económicos de grupos y corporaciones que manipulan a través de la persuasión para estimular malestar, indignación y hacer que las personas defiendan sus interese, incluso si esas personas salen afectadas.

Clarin y la Nación inventaron el símbolo K. Según la reglas de propaganda nazi: hay que identificar al enemigo con un símbolo. Pero no existe la ruta del dinero M para preguntarnos qué hizo Macri con el dinero de la deuda, por ejemplo.

Y el PRO forma una oposición irresponsable porque no hace autocrítica y pretende ignorar los errores que cometieron para gobernar otros cuatro años, contraer más deuda, perder otro submarino y reírse de la gente.

Pero no todo está perdido. No podrás cambiar al mundo ni controlar el poder, pero tenés el poder de controlar tus acciones y abrir tu mente al panorama general y no al panorama en partes.

El cambio logra con pequeñas acciones diarias. Desarrollan el pensamiento crítico, examinando propuestas políticas y su eficacia en el pasado. Examinando candidatos, de donde vienen, que hicieron, porque quieren postularse, cuáles son sus propuestas. Dejar los noticieros, apagar el televisor, aprender cómo funciona el dinero, ahorrar para invertir y no para gastar.

"Entender cambia la vida"

Todo eso ayuda a cambiar. Educarse y filtrar la información que metemos en nuestra mente ayuda a ser menos manipulable por nadie y nos libera de pensar que el voto mejorará nuestro bienestar.

Y cómo el voto es obligatorio, tenés el voto en blanco. Es una herramienta para revelarte. Si ningún candidato ofrece una propuesta eficiente, no elijas al menos peor, no elijas a nadie y mandales una señal a la clase política de que el ciudadano quiere recuperar su lugar en la verdadera democracia.