Lo que es del Estado es del pueblo, debemos acostumbrarnos a
este enunciado. Ningún funcionario público, debe tomar decisiones sobre el
Estado y sus posesiones si no tiene el apoyo de la mayoría.
El pueblo debería vota en elecciones medidas importantes
como privatizaciones, endeudamiento, por ejemplo.
El cambio, el verdadero cambio positivo, debe incluir una
reforma educativa, dónde el institución contemple la formación de ciudadanos
exitosos, formados en valores, capaces de servir a la nación y demostrando lo
que Argentina puede aportar al mundo en materia de cultura, arte, ciencia,
tecnología, inventos, etc.
No podemos obtener resultados diferentes haciendo siempre lo
mismo, por ello, hay que controlar a los políticos, investigar sus movimientos,
realizar exámenes psicológico y psicotécnico para demostrar sus aptitudes para
ejercer cargos públicos, hay que exponer sus ideales, sus orígenes y sus
raíces.
Los sindicatos no protegen intereses, acuerdan la partida
según les convenga. Esto significa que pueden acordar con los empresarios
cuantas personas debe despedir.
Yo creo que ningún empresario gana dinero sin sus empleados,
por ello, un empleado no puede dignarse a irse así nomás. Cuando haya despidos,
los trabajadores deberían, por ley expropiar la fábrica y formar una
cooperativa de trabajo, salvando el empleo, sus familias y la economía.
La decisiones empresariales deberán ser administradas por
una institución independiente al gobierno, cuyas acciones se construyan bajo la
consigna “Si hay recortes, hay desempleo, si hay desempleo, baja el consumo.
Las reformas, implican cambio. Pueden ser positivos o
negativos, pero si las reformas se centran en el sentido común, en la
experiencia, el bienestar común y las lecciones de la historia, cambiaremos
para bien. Cambiemos.
Si hay alguna otra ventaja, te invito a compartirla en los comentarios.
Esta es la voz del Patriota.
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